Si lo del gimnasio no va contigo o te da pereza salir de
casa o estás demasiado ocupado/a para andar desplazándote hasta allí, hoy te
traigo 10 ejercicios prácticos para
hacer en casa, recomendados por el fisiólogo Andrea Doepker-Gavidia de TrainFor Life Fitness & Lifestyle Consulting. Son
ejercicios que entrañan cierta complejidad pero muy efectivos, donde se
trabajan una gran variedad de músculos sin necesidad de aparatos ni peso añadido.
Además los podrás realizar con tu música preferida, y al ritmo que mejor se
adapte a tu condición física. Te recomiendo que empieces poco a poco y que
vayas incrementando el número de repeticiones hasta llegar a un máximo de 15 o
20 repeticiones de cada ejercicio a medida que te vayas encontrando más y más
cómodo/a. Añade peso sólo si notas que después de hacer 20 repeticiones no
terminas fatigado/a.
1. Sentadillas:
De pie con los pies a la altura de los hombros comienza a bajar
las caderas (casi como si te sentaras en una silla) hasta que los muslos queden
paralelos al suelo. Asegúrate de que tus rodillas no sobrepasan la línea
vertical imaginaria de tus dedos del pie, mantén el pecho alto y no bajes la
mirada, mira hacia adelante. Regresa a la posición inicial.
2. Flexiones de brazos:
Túmbate en el suelo boca abajo, y coloca las manos bajo los
hombros. Estira los brazos de tal forma que el cuerpo queda haciendo un ángulo
como de unos 30 grados con respecto al suelo. Mantén el cuerpo recto, y los
codos cerca del cuerpo. Baja el pecho entre las manos flexionando los codos y
manteniendo el cuerpo recto. Empujar de nuevo y regresa a la posición inicial.
Si tienes dificultades para completar una flexión, puedes colocar las rodillas
en el suelo para que sea más fácil. Si quieres aumentar la dificultad, puedes
elevar la posición de los pies con respecto al cuerpo, poniéndolos, por
ejemplo, sobre los peldaños de unas escaleras o sobre un cajón.
3. Saltos laterales:
Desde una posición de semi-cuclillas (como si estuvieras
patinando), salta para aterrizar sobre el pie derecho. Empuja en la dirección
opuesta y salta sobre el pie izquierdo. Asegúrate de realizar estos saltos de
una forma continuada, sin detenerte entre salto y salto.
4. Flexión
alternativa de brazos:
Este ejercicio es una versión más complicada de las
flexiones de brazos, así que tómatelo con calma y si al principio no puedes, no
te preocupes. La posición inicial es la misma que para las flexiones de brazos
(el cuerpo estirado y haciendo un ángulo de unos 30 grados con respecto al
suelo). Baja un brazo primero y después el otro. Intenta mantener los codos
bajo los hombros durante todo el movimiento. Regresa a la posición inicial estirando
primero un brazo y después el otro. Alterna el brazo a flexionar en primer
lugar y recuerda mantener el cuerpo lo más recto posible. Al igual que las
flexiones de brazos, para reducir la dificultad puedes apoyar las rodillas en
el suelo.
5. Paso de gigante:
De pie con los pies a la altura de los hombros y las manos apoyadas
en las caderas (en jarra). Da un paso adelante con el pie derecho y baja la
rodilla izquierda hasta casi tocar el suelo. Ambas rodillas deberían flexionarse
alrededor de 90 grados. Asegúrate de que la rodilla derecha (la adelantada) está
a la misma altura que el tobillo derecho y de que no vaya más allá de los dedos
del pie. Incorpórate hasta recuperar la posición de equilibrio y repite el
movimiento con el otro pie (izquierdo adelantado).
6. Equilibrio sobre una pierna:
Desplaza todo tu equilibrio al pie derecho y pon el pie
izquierdo detrás. Inclínate hacia delante, manteniendo el cuerpo recto y levanta
el pie izquierdo hacia el techo (como si hubiera un hilo en el techo que te
tirara del talón). Flexiona ligeramente rodilla del pie de apoyo para que el
equilibrio sea un poco más difícil. Si tienes muchos problemas para mantener el
equilibrio, fija tu mirada en algún objeto que tengas enfrente o sujétate la
pierna que levantas.
7. El perrito:
Comienza apoyando las manos y las rodillas en el suelo (como
si fueras un perrito). Asegúrate de que las manos están justo debajo de los
hombros y las rodillas bajo las caderas. Extiende lentamente la pierna derecha
hacia atrás y el brazo izquierdo hacia delante hasta llegar a formar una línea
recta (el movimiento completo debería llevarte entre 3 y 5 segundos). Mantén el
equilibrio sin arquear la espalda unos 3 segundos y vuelve a la posición
inicial de forma también lenta, y sin dejar caer las extremidades. Repite el
movimiento pero con en el lado opuesto (pierna izquierda y brazo derecho).
8. Planchas laterales:
Túmbate sobre el lado derecho apoyando el codo derecho bajo
el hombro. Levanta las caderas del suelo hasta que el cuerpo quede totalmente
estirado (apoya todo el antebrazo para sujetar el peso del cuerpo). Mantén la
posición durante tres segundos y baja lentamente hasta volver a apoyar la cadera
en el suelo y repite el mismo ejercicio. Date la vuelta y haz el mismo número
de repeticiones pero con el otro lado.
9. Puente:
Túmbate de espaldas con los brazos extendidos a los lados. Dobla
las rodillas dejando las plantas de los pies totalmente apoyadas en el suelo.
Levanta despacio las caderas, manteniendo la espalda recta, hasta que el cuerpo
forme una línea recta desde los hombros hasta las rodillas. Mantén esa posición
durante 3 segundos y vuelve a bajar despacio hasta apoyar las caderas en el
suelo. Repite el mismo movimiento sin pausa para descansar.
10. Extensión de espalda:
Túmbate boca abajo con los brazos extendido hacia delante (como
si estuvieras volando). Levanta ligeramente y de forma simultánea las piernas y
la parte superior del cuerpo. En este ejercicio es muy importante que mantengas
la cabeza recta y que no te ayudes de la nuca para levantar el cuerpo. Mantén
la posición durante tres segundos y repite sin parar a descansar.
¿Qué te parecen? ¿Te atreves a probarlos? Cuéntanos qué tal
te han ido.
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