A estas alturas no os voy a
repetir la importancia que tiene el ejercicio físico a la hora de querer perder
peso. Hoy intentaré arrojar algo de luz a la cuestión de dónde es mejor
ejercitarse en casa o en el gimnasio.
- ¿Cuál es mi situación económica? ¿Me puedo permitir costearme un gimnasio? Lógicamente si la respuesta es no, antes que no hacer nada, mejor hacer ejercicio en casa. Hay muchas formas de poder ejercitarse sin tener que invertir ni un solo euro.
- ¿Qué estilo de vida llevo? ¿Tengo estabilidad como para comprometerme a hacer ejercicio todos los días más o menos a la misma hora? Si tu ritmo de vida no te permite tener cierta estabilidad, quizá tu opción será hacer ejercicio en casa porque podrás ajustar tus horarios al momento de hacer ejercicio.
- ¿Qué quiero conseguir? ¿Quiero salir de la rutina en la que estoy metido/a o quiero someterme a un plan de ejercicio algo más exigente? Si necesitas un plan de trabajo algo más complejo que simples ejercicios ligeros o salir a correr, montar en bici, etc. lo más lógico es que vayas a un centro con profesionales que te van a asesorar y a personalizar el trabajo acorde con tus necesidades y que te gestionarán los esfuerzos mejor y de forma más eficaz.
Ahora bien, si las respuestas a
las preguntas anteriores todavía te dejan algún tipo de duda, a continuación te
dejo algunas pistas para ver si así te aclaras:
1. Conveniencia
Aunque parezca mentira, esto
puede ser un factor clave a la hora de conseguir que el ejercicio te enganche o
que abandones. No debes plantearte el ejercicio como una obligación, sino más
bien como el momento de relajarte. Como ya hemos dicho, si tu ritmo de vida es
tan ajetreado que no te deja tiempo de acudir a un gimnasio, es absurdo que
estés todos los días repitiéndote “mañana seguro que voy”. Pero eso no es todo,
también puede ser que seas una persona inquieta y multitarea, que te aburre
hacer lo mismo durante un tiempo seguido. Haciendo ejercicio en casa puedes intercalar
los ejercicios con las tareas domesticas o con cualquier otra tarea que
necesites/ quieras hacer.
2. Intimidad
Esto es un factor más importante
de lo que muchos podemos imaginar. Si eres una persona tímida o que no soportas
ese ambiente de pavoneo que existe en muchos gimnasios, la respuesta está
clara, quizá lo mejor es que te ejercites en casa. Pero por otro lado también
puede ser que seas todo lo contrario, una persona que necesita hablar con gente
para distraerse. Entablar amistades con personas que comparte una actividad o
con la que se coincide en la sala de pesas prácticamente todos los días, puede
ser un acicate para que en esos días en los que te da pereza levantarte del
sillón, termines por agarrar la bolsa e ir al gimnasio para tener tu
“tertulia”.
3. Higiene
Lógicamente este aspecto va a
depender mucho del tipo de gimnasio al que decidas (o no) ir, pero por lo
general, los gimnasios suelen tener una mayor afluencia de gente que el salón
de tu casa. Por tanto, la probabilidad de malos olores, problemas con hongos,
etc. es mayor en un gimnasio que en casa. Pero ojo, si no escoges bien la zona de
la casa en la que vas a hacer ejercicio, puede que también sufras problemas de
higiene, aunque al sufrirlos uno mismo quizás no te des ni cuenta. La zona
elegida para hacer ejercicio debe poder ventilarse bien una vez terminado,
tiene que ser suficientemente amplia como para permitirte cierta movilidad o
tumbarte.
4. Distracciones
Si eres una persona multitarea,
probablemente las distracciones no te afecten tanto, pero hay que tener en
cuenta que haciendo los ejercicios en casa siempre vas a estar más expuesto/a a
las pequeñas distracciones cotidianas como llamadas de teléfono, el timbre que
suena, etc. y si además tienes hijos pequeños no te voy a contar nada que tu ya
no sepas a cerca de las distracciones que pueden surgir.
5. Disciplina
Es verdad que te he dicho que el
momento de hacer ejercicio debes planteártelo como algo lúdico, que te
distraiga y que te saque de la rutina diaria para tener tu momento, sin embargo
también te digo que es algo que debes planteártelo como algo disciplinado. Ya
sé que el símil no es muy apropiado, pero es como el ir al baño, hay que
hacerlo todos los días. En este sentido debes hacerte una autoreflexión y si
eres una persona con un alto grado de compromiso y de autodisciplina, hacer
ejercicio en casa no te resultará muy complicado. Pero por otro lado, si eres
una persona que enseguida encuentra escusas para distraerse y hacer otra cosa,
dejando lo primero sin terminar, esto es, poco disciplinado, quizá tu mejor
opción sea el gimnasio.
¿Dónde prefieres hacer ejercicio? ¿Por qué?
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