Empiezo una serie de posts en los que iré
explicando algunos conceptos fisiológicos básicos. Hoy voy a
centrar en el origen de la energía que utilizamos para cualquier tipo
de actividad. Quizá a priori el contenido te resulte aburrido o te dé
pereza leerlo, pero yo te recomendaría que le des una oportunidad porque saber
el porqué pasan ciertas cosas te puede ayudar a enfrentarte a retos duros, como
el perder peso, con una visión diferente y motivadora.
Tenemos que decir que la fisiología, según la wikipedia, es la ciencia
biológica que estudia las funciones de los seres vivos. O dicho de otra manera,
la ciencia que estudia, por ejemplo, qué funciones tienen que ponerse en marcha
para que podamos movernos y todo lo que ello implica. Hay varios tipos o
especialidades fisiológicas, pero sólo hablaré de la
fisiología humana y dentro de esta, haré más hincapié en aquellas que
intervienen en el ejercicio físico.
¿De dónde proviene la energía que utilizamos?
Seguro que entiendes que para poder movernos
necesitamos energía y esa energía no sale de la nada. La energía la obtenemos
de las famosas calorías, pero ¿qué son las calorías? Las calorías no son
más que el resultado de una reacción química que se produce al combinar los
alimentos que ingerimos, con el aire que respiramos. Como resultado de esa
combinación se produce energía (que se mide en calorías), CO2 (que lo
expulsamos al respirar) y agua.
La cantidad de energía que se obtiene depende del
tipo de “combustible” o alimento que ingerimos, (principalmente hidratos de
carbono o grasas), y la demanda que haya de energía. Las proteínas también
pueden aportar energía, pero su función principal no es esa. Sin embargo, hablaré de esto
en otro post.
¿Qué te ha parecido? ¿Sencillo no?
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